La pintura china

Llamamos pintura china (中国画 Zhōngguó huà) al arte pictórico tradicional practicado en China desde hace más de mil años. Sus raíces se originan en un modo de pensamiento mucho más antiguo que enfatiza la unicidad del hombre y el cosmos y el dinamismo continuo dentro de este universo. Más que la representación de una forma, la pintura china busca expresar el alma (principio de vida), el movimiento interno de los seres.

Generalmente, la pintura china se compone de uno o más poemas (诗 shī), caligrafías (书法 shūfǎ), una imagen pintada y el sello (印章 yìnzhāng) del artista. Hay diferentes métodos que deben distinguirse:

1. La pintura china Gongbi (工笔 gōngbǐ, lit. “El pincel cuidadoso” o “El pincel habilidoso”) se distingue por su finura y precisión en el detalle.
2. La pintura china Baimiao (白描 báimiáo, lit. “Dibujo de línea”) sólo dibuja los contornos con tinta negra. Está relacionada con el Gongbi.
3. La pintura china Mogu (没骨 mògǔ, lit. “Sin esqueleto”) es similar a la de Gongbi, pero, a diferencia de esta última, no dibuja los contornos.
4. La pintura china Xieyi (写意 xiěyì, lit. “Escribir la idea” o “Escribir la intención”) se caracteriza por un trazo amplio y utiliza principalmente el principio del degradado.
5. La pintura china Shuimo (水墨 shuǐmò, lit. “Tinta y agua”) es un estilo de Xieyi, pero realizado únicamente con tinta negra, jugando con los degradados.
6. Y muchos otros que generalmente son variantes de los estilos ya mencionados.

El objetivo de la pintura china es realizar en la mayor concisión una obra de encanto artístico que lleve un sentido que toque lo infinito. De hecho, en el pensamiento tradicional chino, el universo está compuesto de alientos (气 qì) de diversas densidades y siempre en movimiento, fuente misma de la vida. Recrear estos alientos en una imagen le da vida y establece un vínculo directo entre el universo, la pintura y el hombre. Así, el acto de pintar o de contemplar una pintura permite recuperar la unidad, a menudo perdida, con el cosmos. En esto, la pintura china es más un arte de vivir que un simple trabajo estético. “Ritmo de los alientos y movimientos de vida” es una excelente expresión para captar el sentido de la pintura china.

Los formatos utilizados en la pintura china son muy variados. Los más conocidos son “el gran rollo” (大轴 dàzhóu), “el formato horizontal” (横幅 héngfú), “el abanico” (扇面 shànmiàn), etc.

Los personajes humanos (人物 rénwù), los paisajes (山水 shānshuǐ), las flores y aves (花鸟 huāniǎo), los mamíferos (走兽 zǒushòu), los insectos y peces (虫鱼 chóngyú), la arquitectura (建筑 jiànzhù), etc., son los temas. Las fuentes de inspiración se encuentran directamente en la naturaleza, pero también en las pinturas de los antiguos maestros.

Los paisajes (山水 shānshuǐ), los personajes (人物 rénwù) así como las flores y aves (花鸟 huāniǎo) son los tres temas favoritos de los pintores chinos. Esto implica un estudio profundo de las plantas y flores según las cuatro estaciones y el estudio de la fisonomía de aves, insectos, peces y mamíferos. También es necesario desarrollar un sentido de observación manteniendo en mente el modo de pensamiento tradicional para ver el dinamismo a través de un paisaje aparentemente estático.

Los puntos esenciales de la composición de las pinturas chinas son:

1. La organización general y las direcciones (ascendentes, descendentes, apoyadas, etc.).
2. La densidad y el agrupamiento (o la dispersión). Los antiguos, para dar una imagen de la densidad de una pintura, usaban esta expresión: «Espaciada que incluso un caballo pueda cruzar, densa que incluso el viento no pueda infiltrarse».
3. El vacío (空 kōng). En la pintura tradicional china, el vacío ocupa un lugar muy importante. Puede representar el cielo (天 tiān), la tierra (地 dì), el agua (水 shuǐ), las nubes (云 yún), etc. Permite dar una imagen en la pintura, pero también proyectar al espectador en un mundo mucho más amplio, incluso infinito, dejando libre el terreno para su imaginación. La contemplación se apoya en la parte «llena» de la pintura como un trampolín para lanzarse hacia lo absoluto a través de la parte «vacía». Los poemas chinos se basan en el mismo principio.
4. Aún más importantes son las inscripciones (题字 tízì). Incluyen el título, el contenido (poema, prosa, descripción, historia, etc.), el nombre del autor y su sello. Todo debe ser caligrafiado en diferentes estilos dependiendo de lo que el artista quiere expresar. Del elección de las inscripciones y de sus posiciones depende la vida de la pintura. Son ellas quienes completan la obra. Sin ellas, la pintura china no es más que un cuerpo sin vida.