La teoría del yin-yang sostiene que cada objeto o fenómeno en el universo se compone de dos aspectos opuestos, a saber, el yin y el yang, que son tanto opuestos como complementarios. Esta relación entre el yin y el yang es la ley universal del mundo material, el principio y la fuente de la existencia de todos los seres, y la causa fundamental del desarrollo y la corrupción de las cosas. La teoría del yin-yang expone principalmente la oposición, la complementariedad, las relaciones de destrucción y apoyo mutuos y las relaciones de transformación del yin y el yang. Estas relaciones entre el yin y el yang se utilizan ampliamente en la medicina tradicional china para explicar la fisiología y la patología del cuerpo humano y para servir de guía para el diagnóstico y el tratamiento en el trabajo clínico.
1. La oposición y la complementariedad del yin y el yang
La oposición del yin y el yang generaliza la contradicción y la lucha de dos opuestos dentro de un objeto o fenómeno. Los antiguos chinos utilizaban el agua y el fuego para simbolizar las propiedades básicas del yin y el yang: las propiedades básicas del yin se asemejan a las del agua, incluyendo el frío, la tendencia a ir hacia abajo, la oscuridad, etc., mientras que las propiedades básicas del yang son como las del fuego, incluyendo el calor, la tendencia a ir hacia arriba, la luminosidad, etc. A partir de esto, se puede inferir que todo lo que posee las características de quietud, frío, posición inferior (o hacia abajo), interioridad (o dirección hacia adentro), penumbra, astenia, inhibición, lentitud, o sustancia material se relaciona con el yin, mientras que todo lo que está en movimiento, caliente, en una posición superior (o moviéndose hacia arriba), en una posición exterior (o hacia afuera), luminoso, dinámico, excitado, rápido, energético pertenece al yang.
Dado que la naturaleza yin o yang de una cosa existe solo por comparación y una cosa puede dividirse infinitamente, la naturaleza yin o yang no es en ningún caso absoluta, sino relativa. En ciertas circunstancias, los dos opuestos de una cosa pueden cambiar y la naturaleza yin-yang de la cosa cambia de la misma manera.
Los tejidos y órganos del cuerpo humano pueden ser de naturaleza yin o yang dependiendo de sus posiciones y funciones relativas. Si consideramos el cuerpo en su conjunto, la superficie del tronco y las cuatro extremidades, al ser externas, se relacionan con el yang, mientras que los órganos y vísceras (zang-fu) están dentro del cuerpo y son yin. Si consideramos solo la superficie del cuerpo y las cuatro extremidades, la espalda es yang, mientras que el tórax y el abdomen son de naturaleza yin. Las partes por encima de la cintura son yang y las de abajo son yin. El lado lateral de las extremidades se relaciona con el yang y la cara medial con el yin. Los meridianos que corren a lo largo del lado lateral de una extremidad son yang, mientras que los que corren a lo largo de la cara medial son yin. Al hablar de los órganos y vísceras (zang-fu) solos, los órganos fu con sus funciones principales de transmisión y digestión de alimentos se relacionan con el yang, mientras que los órganos zang con su función principal de almacenar la esencia vital y la energía vital se relacionan con el yin. Cada uno de los órganos zang-fu puede dividirse nuevamente en yin o yang: por ejemplo, el yin y el yang del riñón, el yin y el yang del estómago, etc. En resumen, todos los tejidos y estructuras del cuerpo humano y sus funciones pueden generalizarse y explicarse por la relación del yin y el yang.
La relación de complementariedad del yin y el yang significa que cada uno es la condición de la existencia del otro y ninguno de ellos puede existir aisladamente. Por ejemplo, sin el día, no habría noche; sin excitación no habría inhibición. Por lo tanto, se puede ver que el yin y el yang están tanto en oposición como en complementariedad, se apoyan mutuamente para existir en una sola entidad. El movimiento y el cambio de una cosa no se deben solo a la oposición entre el yin y el yang, sino también a su relación de interdependencia y apoyo mutuo.
En las actividades fisiológicas, la transformación de sustancias atestigua la teoría de la complementariedad del yin y el yang. La sustancia es yin y la función es yang; la primera es la base de la segunda, mientras que la segunda es el reflejo de la existencia de la primera y también la fuerza motriz para la producción de la sustancia. Debe haber suficientes sustancias nutritivas para que las actividades funcionales de los órganos estén sanas. Del mismo modo, las actividades funcionales de los órganos deben ser robustas para estimular la producción de sustancias nutritivas. La coordinación y el equilibrio entre la sustancia y la función son la garantía esencial de las actividades fisiológicas. Así encontramos en el Neijing: "El yin está instalado en el interior como la base material del yang, mientras que el yang permanece en el exterior como la manifestación de la función del yin."
2. Las relaciones de destrucción y apoyo mutuos y las relaciones de transformación del yin y el yang
La destrucción implica la pérdida o el debilitamiento. El apoyo implica ganar o fortalecer. Los dos aspectos del yin y el yang en una cosa no son fijos, sino en un estado de movimiento constante. Debido a su conflicto y apoyo mutuo, la pérdida o ganancia de un aspecto influirá inevitablemente en el otro. Por ejemplo, el consumo del yin lleva a ganar yang y viceversa. Por otro lado, ganar yin conduce a consumir yang y viceversa. Las actividades funcionales del cuerpo humano requieren una cierta cantidad de sustancias nutritivas, lo que lleva al consumo del yin para ganar yang, mientras que la formación y el almacenamiento de sustancias nutritivas dependen de las actividades funcionales y debilitan la energía funcional en cierto grado, lo que provoca un proceso de ganancia del yin y consumo del yang. Pero este reequilibrio no es sistemático. En condiciones normales, estas oposiciones mantienen un equilibrio relativo, mientras que en condiciones anormales, se producen excesos o deficiencias.
En el proceso de destrucción y apoyo mutuos, una pérdida de equilibrio relativo entre el yin y el yang provoca una preponderancia o deficiencia de uno u otro. Esta es la causa de la enfermedad. Por ejemplo, un exceso de yin destruirá el yang y una deficiencia del yang resultará en una preponderancia del yin, lo que en ambos casos puede resultar en un síndrome de frío. Por otro lado, un exceso de yang consumirá el yin y una deficiencia del yin provocará un exceso de yang, lo que en ambos casos puede resultar en un síndrome de calor. Sin embargo, los síndromes de frío o calor causados por una preponderancia de factores nocivos se relacionan con el exceso (shi), mientras que los de frío o calor debido a la disminución de la resistencia general tienen que ver con la deficiencia (xu). Estos dos tipos de síndromes son de naturalezas diferentes y los principios de tratamiento son, por consiguiente, también diferentes: dispersión (xie) para los síndromes shi (exceso) y tonificación (bu) para los síndromes xu (deficiencia).
Dado que el inicio de una enfermedad es el resultado de un desequilibrio entre el yin y el yang, todos los métodos de tratamiento deben apuntar a reconciliar los dos y restaurar una situación de equilibrio relativo. En el tratamiento de acupuntura, se pueden seleccionar puntos en el lado derecho para tratar trastornos de la parte izquierda y viceversa, mientras que se pueden seleccionar puntos en la parte inferior del cuerpo para tratar trastornos de la parte superior y viceversa. Todos estos métodos se basan en el concepto que considera el cuerpo como un todo orgánico. El objetivo del tratamiento es reajustar la relación entre el yin y el yang y favorecer la circulación del qi (energía) y la sangre.
La transformación del yin y el yang significa que en ciertas circunstancias y en un cierto estadio de desarrollo, cada uno de los dos aspectos del yin y el yang dentro de una cosa se transformará en su contrario. Esta transformación ocurre si existe la posibilidad de transformación en la cosa misma. Dada esta posibilidad, las condiciones externas también son indispensables.
El desarrollo y el cambio de una cosa requieren un proceso, así como condiciones externas para la transformación gradual de la cosa en cuestión. La transformación entre el yin y el yang sigue esta regla. Según el Neijing: "La tranquilidad viene después del movimiento excesivo: el yang extremo se convertirá en yin." Y, "La generación de una cosa se debe a la transformación; la degeneración de una cosa se debe a la transmutación." Esto es precisamente el significado del viejo adagio: "Cuando se alcanza un cierto límite, un cambio en la dirección opuesta es inevitable." Los cambios cuantitativos conducen a un cambio cualitativo.
La transformación entre el yin y el yang es la ley universal que gobierna el desarrollo y el cambio de las cosas. La alternancia de las cuatro estaciones es un ejemplo. La primavera, con su calor, se instala cuando el invierno frío alcanza su apogeo, y la frescura del otoño llega cuando el calor del verano alcanza su punto culminante. El cambio en la naturaleza de una enfermedad es otro ejemplo. Un paciente con fiebre alta y persistente en una enfermedad febril aguda puede tener un descenso de la temperatura corporal con palidez y frialdad de las extremidades y un pulso débil y filiforme, lo que indica que la naturaleza de la enfermedad ha cambiado de yang a yin. Para este paciente, el método de tratamiento deberá modificarse en consecuencia.
Lo anterior es una breve introducción a la teoría del yin y el yang, con algunos ejemplos para ilustrar su aplicación en la medicina tradicional china. En resumen, las relaciones de oposición, complementariedad, destrucción y apoyo mutuos y transformación del yin y el yang pueden resumirse como la ley de la unidad de los contrarios. Además, estas cuatro relaciones entre el yin y el yang no están aisladas unas de otras, sino conectadas entre sí, influyendo unas en otras y cada una siendo la causa o el efecto de las otras.