Capítulo 23 del Laozi

Texto chino

希xī言yán自zì然rán.
飘piāo风fēng不bù终zhōng朝zhāo, 骤zhòu雨yǔ不bù终zhōng日rì.
孰shú为wéi此cǐ?
天tiān地dì.
天tiān地dì尚shàng不bù能néng久jiǔ, 而ér况kuàng于yú人rén?
故gù从cóng事shì而ér道dào者zhě, 道dào德dé之zhī; 同tóng于yú德dé者zhě, 德dé德dé之zhī; 同tóng于yú失shī者zhě, 道dào失shī之zhī.
信xìn不bù足zú, 有yǒu不bù信xìn.

Traducción

Quien no habla (alcanza) la no-acción.
El viento fuerte no dura toda la mañana; la lluvia torrencial no dura todo el día.
¿Quién produce estas dos cosas? El Cielo y la Tierra.
Si el Cielo y la Tierra no pueden durar mucho, ¿cuánto menos el hombre?
Por eso, si el hombre se dedica al Tao, se identifica con el Tao; si se dedica a la virtud, se identifica con la virtud; si se dedica al crimen, se identifica con el crimen.
Quien se identifica con el Tao gana el Tao; quien se identifica con la virtud gana la virtud; quien se identifica con el crimen gana (la vergüenza del) crimen.
Si no se cree firmemente (en el Tao), se termina por no creer en absoluto.

Notas

El autor quiere decir, en este capítulo, que el Sabio olvida las palabras (o renuncia a las palabras) para identificarse con el Tao. Hemos visto más arriba: «Quien habla mucho termina siendo reducido al silencio; es mejor guardar el justo medio». Quien se deja llevar por la violencia de su carácter y ama discutir, se aleja cada vez más del Tao. Más abajo, 老子 Lǎozǐ compara a estos hombres que aman discutir, y cuya locuacidad no puede sostenerse mucho tiempo, con un viento fuerte que no puede durar toda la mañana, y con una lluvia torrencial que no puede durar todo el día. El gusto immoderado por la discusión proviene de una agitación interior de nuestra alma, así como un viento fuerte y una lluvia torrencial son producidos por la acción desordenada del Cielo y la Tierra. Si el desorden del Cielo y la Tierra no puede durar mucho, lo mismo ocurrirá, con mayor razón, con la locuacidad del hombre.

希言 xī yán, es decir, «no hablar». Explica esta locución con 寡言 guǎ yán «hablar poco».

自然 zìrán, es decir, 无为 wúwéi «practicar la no-acción». El no hablar, es decir, el silencio absoluto, parece una cosa fácil y de poca importancia, y sin embargo 老子 Lǎozǐ lo considera como el camino que lleva a la no-acción. Si quienes estudian (el Tao) pueden reflexionar profundamente sobre ello, no dejarán de ver pronto sus efectos.

El hombre debe permanecer calmado y tranquilo; no debe imitar al viento furioso ni a la lluvia impetuosa, que, a causa de su misma violencia, no pueden durar mucho. Véase el final de la nota 187.

Según 河上公 Héshàng Gōng, hay que entender aquí no la duración del Cielo y la Tierra, sino la duración de las cosas que producen. El Cielo y la Tierra están dotados de una virtud divina. Sin embargo, cuando se unen para producir un viento fuerte y una lluvia torrencial, no pueden hacer que duren toda la mañana o todo el día. Con mayor razón, el hombre no podrá subsistir mucho tiempo si se entrega a actos violentos y desordenados. E: las palabras 不能久 bùnéng jiǔ «no durar mucho» corresponden a las palabras anteriores: «no durar toda una mañana, no durar todo un día».

Ibid. El viento fuerte y la lluvia torrencial son aquí el símbolo de la fuerza, la violencia y la actividad (que censura 老子 Lǎozǐ). Este comentarista parece pensar que se trata aquí de la poca duración que tendrían el Cielo y la Tierra si perdieran su equilibrio. En esta hipótesis, 老子 Lǎozǐ supondría que están en un reposo absoluto, y que este reposo es la garantía de su duración. Se lee en el capítulo II, 2ª parte: Si la tierra no estuviera en reposo, se quebraría.

Aquel que está vacío, calmado, silencioso y no actuante es aquel que se dedica a la práctica del Tao.

Subsiste mucho tiempo como el Tao.

El texto chino de las líneas 8 a 10 me parece casi inexplicable en cuanto a la sintaxis y las acepciones recibidas. Las palabras 德者 dé zhě y 失者 shī zhě se prestan difícilmente a significar «aquel que se dedica a la virtud», «aquel que se dedica al crimen». Las cuatro palabras 同于德者 tóng yú dé zhě son aún más dudosas que las anteriores. He preferido, sin embargo, seguir a 释德清 Shì Déqīng y a 苏辙 Sū Zhé antes que dejar treinta y cuatro palabras sin traducir. E: Aquel que está dotado de piedad filial, respeto por sus mayores, que ama hacer el bien sin cansarse nunca, aquel, digo, se dedica a la virtud.

Es estimable y rodeado de felicidades como la virtud.

Los excesos culpables se llaman 失 shī. Aquel que se rebela contra el Tao, que se opone a la virtud y se cree seguro en medio de los peligros, o cuando toca a su pérdida, aquel, digo, se dedica al crimen.

Se hace odioso y blanco de calamidades, como el crimen.

苏辙 Sū Zhé considera la palabra 道 dào como el régimen directo de la palabra 得 dé «adquirir». Aquel que se conforma al Tao obtiene el Tao.

Sigo aún a 苏辙 Sū Zhé, quien explica la palabra 德 dé «virtud» como régimen del verbo 得 dé «obtener».

La construcción de las cuatro palabras 同于失者 tóng yú shī zhě siendo exactamente la misma que la de 道德之 dàodé zhī, he creído poder considerar la palabra 失 shī «falta, crimen» como el régimen directo del verbo 得 dé «adquirir, ganar»; pero estoy lejos de garantizar tal explicación de las cuatro palabras 同于失者 tóng yú shī zhě que han embarazado a todos los comentaristas de 老子 Lǎozǐ.

H explica de otro modo 德者 dé zhě: «Aquellos que imitan la corrupción del siglo aman también (varias ediciones llevan 乐 lè) poseerse a sí mismos». Esta explicación de 德者 dé zhě no es admisible.

Aliter 苏辙 Sū Zhé: Si por desgracia fracasa (失 shī), aunque fracase en sus empresas, no puede dejar de tener éxito en el Tao y la virtud. Pero este sentido no concuerda con las palabras anteriores: 同于失者 tóng yú shī zhě «Si se dedica al crimen, se identifica con el crimen».

苏辙 Sū Zhé: Aquel que no conoce el Tao no tiene una fe sólida en el Tao, y entonces su falta de fe aumenta día a día.

Aliter A: Si el príncipe no tiene suficiente confianza en sus inferiores, estos le devolverán la misma moneda.

Aliter H: Aquel que tiene verdadera confianza en sí mismo obtiene la confianza de los hombres de su tiempo, incluso cuando no habla. Pero aquellos que aman discutir, que se abandonan sin cesar a la intemperancia de su lengua, cuanto más hablan, menos se les cree. Esta incredulidad proviene únicamente de que no tienen suficiente confianza en sí mismos.